La aerolínea Malaysia Airlines, suspendió su cotización en la bolsa de Kuala Lumpur después de que el Estado anunciase la compra del resto de las acciones de la compañía, tras los dos accidentes aéreos sufridos este año.

El primer hecho trágico ocurrió el 8 de marzo en el vuelo MH370, que viajaba de Kuala Lumpur hasta Beijing, cuando desapareció con 239 personas a bordo sin que se haya encontrado ningún resto hasta el momento.

El segundo sucedió el 17 de julio con el Boeing MH17, que volaba de Amsterdam a Kuala Lumpur, cuando fue derribado por un misil mientras sobrevolaba la zona en conflicto del este de Ucrania, con 298 personas a bordo.

Los responsables de la aerolínea de bandera de Malasia habían apostado en los últimos años por una estrategia dirigida a ganarse clientes de por vida con vuelos baratos, que incluían ofertas mejores que las de compañías aéreas de bajo costo, y servicio de primera.

Según algunos analistas, Malaysia Airlines presentará en 2014 un quebranto económico de alrededor 1.000 millones de ringit (311,6 millones de dólares y 232,8 millones de euros).

En estas condiciones, decidió intervenir el organismo estatal de inversiones de Malasia, Khazanah Nasional Behard (Khazanah).
Khazanah, propietaria del 69,37 por ciento de la aerolínea, dijo en un comunicado que comprará el resto de los títulos en una operación valorada en 1.400 millones de ringit (435 millones de dólares o 325 millones de euros).

Khazanah indicó que con la operación pretende abordar una "completa reestructuración" de la aerolínea para revertir sus malos resultados, y satisfacer sus "necesidades sustanciales de financiación".