Paralelamente, un militar turco de alto rango que prefirió el anonimato, confirmó que la bandera es del Estado Islámico, el grupo terrorista que tomó el control de grandes zonas de Siria e Irak en los últimos meses y que provocó que Estados Unidos lance una campaña de bombardeos contra sus posiciones en esos dos países.

La bandera fue izada en la azotea de un edificio de cuatro plantas próximo al lugar en el que se están registrando los combates, zona en la que las últimas horas murieron al menos 46 personas en los combates entre miembros del Estado Islámico (EI) y milicianos kurdos.

Al menos 19 de las víctimas son miembros de las Unidades de Protección del Pueblo kurdo y 27 yihadistas, que perdieron la vida en combates al este y al oeste de la población, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, pero que cuenta con una red de informantes en el territorio.

El portavoz de la principal formación política kurdo siria, el Partido de la Unión Democrática (PYD), Nauaf Jalil, dijo que anoche se registraron los enfrentamientos más violentos en la periferia de Kobani desde el inicio de la ofensiva del EI contra la localidad el 16 de septiembre, informó la agencia Europa Press.

Por su parte, los responsables de la defensa de Kobani advirtieron hoy que, "mientras vivan", no dejarán que los milicianos de Estado Islámico entren en la ciudad, que están defendiendo con armamento ligero de los ataques que hace el grupo terrorista desde tres frentes diferentes y con mejor armamento.

Después de dos semanas de enfrentamientos por el control de este enclave, el jefe de la Autoridad de Defensa de Kobani, Esmat al Sheik, aseguró que la ciudad será "un cementerio" para los combatientes kurdos y "para ellos" si los milicianos logran entrar.

"Los enfrentamientos continúan, también están disparando morteros al corazón de la ciudad. Nosotros tenemos sólo armamento ligero", puntualizó. "No les dejaremos entrar en Kobani mientras vivamos. Ganaremos o moriremos. Resistiremos hasta el final", subrayó.