El dictador guatemalteco Ríos Montt fue condenado a ochenta años de prisión por genocidio y delitos de lesa humanidad, que deberá pasar en prisión, pese a su condición de octogenario. Es la primera vez que un ex mandatario centroamericano es condenado por masacrar a su pueblo.

Los hechos juzgados ocurrieron entre 1982 y 1983, cuando el régimen que presidía Ríos Montt asesinó a unos mil setecientos setenta y un aborígenes ixiles.

Rigoberta Menchú Tum, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1992 por su defensa de los aborígenes guatemaltecos, consideró “importante” la sentencia “en la medida en que permita introducir cambios significativos en la relación entre ‘indios’ y ‘ladinos’ (mestizos)”, para dar paso a “un país igualitario. Esa brecha, hasta ahora insalvable, no es tan dramática entre los sectores campesinos, con los ladinos pobres, pero sí muy acentuada entre los poderosos económica y políticamente, quienes gozan de enormes privilegios frente al sufrimiento extremo de los nativos”, subrayó.

En Guatemala, enfatizó, “el indio es culpable por definición. Algo que nunca se aplica a un banquero, que no llega a sospechoso. Es urgente un cambio en esa relación”, graficó Menchú, quien consideró la sentencia como "una bendición para toda la gente que sufrió lo que pasó aquí en Guatemala hace unos años".