El vicepresidente a cargo del Ejecutivo, Nicolás Maduro habló por cadena nacional, acompañado junto a la cúpula política y militar venezolana en el palacio presidencial de Miraflores, luego de que el gobierno informara ayer de un empeoramiento de la salud del presidente Hugo Chávez, alimentando la incertidumbre política en el país.

Maduro, aseguró que la dirección político-militar de la revolución "está subordinada absolutamente de manera leal al comandante en jefe", el presidente Hugo Chávez. Por cadena nacional, Maduro comenzó a hablar a las 14.55 de argentina desde el Palacio de Miraflores, acompañado junto al hermano del presidente, Adán Chávez, varios ministros, el alto mando militar y los 20 gobernadores oficialistas.

El vicepresidente venezolano, acusó a los "enemigos históricos" de Venezuela de estar detrás del cáncer que sufre el presidente Hugo Chávez y se mostró confiado en que algún día se podrá corroborar dicha afirmación.

Al hablar por televisión, Maduro aseguró: "estamos hoy en una reunión con la dirección político militar de la revolución, que tiene el mando de la patria y que respaldo y acompaña y vela por la seguridad, la estabilidad de nuestra patria y está subordinada absolutamente de manera leal al comandante en Jefe, el presidente constitucional de Venezuela, nuestro amado líder Hugo Chávez".

La cita sirve "para definir estrategias en cuanto a lo que tiene que ver con diversos proyectos para el desarrollo" del país, y no se descarta que a su término se haga algún tipo de pronunciamiento sobre el estado de salud de Chávez.

En otro pasaje del discurso, Maduro anunció la expulsión del agregado aéreo de la embajada de Estados Unidos, David del Mónaco, por "proponer proyectos desestabilizadores" a militares en servicio activo.

El militar estadounidense tiene 24 horas para salir del país, dijo el vicepresidente venezolano, en laa alocución televisada.

Chávez no ha sido visto ni oído en público desde diciembre, cuando partió a La Habana y a pesar de que hace dos semanas retornó al país para someterse a quimioterapia y otros tratamientos complementarios, sigue fuera de la luz pública.

La tensión ha crecido en las últimas horas en el país petrolero, que es gobernado por el líder socialista desde hace 14 años. Venezuela vive horas de angustia tras el último comunicado oficial sobre la salud del presidente, que dio cuenta ayer de un "empeoramiento de la función respiratoria relacionado con el estado de inmunodepresión propio de su situación clínica".

Desde primeras horas de la mañana, decenas de seguidores acudieron en oración a la recién inaugurada "Capilla de la Esperanza" en el recinto del hospital militar de Caracas, donde Chávez, enfermo de cáncer, permanece ingresado.

"Vine a rezar tras la noticia de ayer, que fue impactante. La manera que tenemos (de enfrentarlo) es no perder la fe, la esperanza", explicó afligida Marta Rodríguez, un ama de casa de 50 años. Otras personas lloraban entre rezos en la capilla, donde un papel pegado a la pared anunciaba: "Abierta al pueblo para orar por la salud de nuestro comandante presidente".

"Actualmente (Chávez) presenta una nueva y severa infección", dijo anoche el ministro de Información, Ernesto Villegas, sin pronosticar un eventual regreso, inhabilitación o renuncia del mandatario. Chávez es sometido a sesiones de "quimioterapia de fuerte impacto, entre otros tratamientos complementarios", señaló Villegas. "La evolución de su cuadro clínico continúa siendo muy delicado", añadió.

"La secuencia es así: por causa de la quimioterapia él está con una depresión de la inmunidad y a raíz de eso contrae una infección", dijo a la AFP el doctor Carlos Dzik, oncólogo del prestigioso Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo.

"En general se hace la quimioterapia cuando el paciente tiene alguna chance de responder a este tratamiento", puntualizó este experto