El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que aceptó la conformación de una comisión de cancilleres latinoamericanos que facilite un diálogo con Estados Unidos y propuso que sea encabezada por su país amigo Ecuador, al tiempo que comenzó una campaña denominada "Obama deroga el decreto imperial" que aspira juntar unas 10 millones de firmas. Maduro pidió que la comisión hable con Estados Unidos y le exija al mandatario Barack Obama que derogue el decreto presidencial que prevé sanciones a siete funcionarios venezolanos acusados de violaciones de los derechos humanos y declaró a Venezuela como una "amenaza inusual" para la seguridad estadounidense.

En un acto celebrado en Caracas, el gobernante indicó que daba su aval a la propuesta de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) de conformar la comisión de cancilleres que pida a Estados Unidos que cese las agresiones contra Venezuela e impulse un diálogo entre Caracas y Washington para superar las tensiones. La iniciativa fue planteada en la reunión extraordinaria del ALBA celebrada el martes en Caracas, con la idea de consultar a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la alianza energética de Petrocaribe, a fin de conformar la comisión. 

Maduro dijo que espera que el grupo de cancilleres emprenda contactos con Estados Unidos y exija la derogación del decreto de Obama. "Le hemos solicitado a Ecuador, a través de su canciller Ricardo Patiño, dado que Ecuador es presidente de la Celac, para que sea el que encabece y coordine esa comisión especial de cancilleres de América Latina y el Caribe para defender a Venezuela, para proteger nuestra paz", apuntó Maduro. Agregó que crear la comisión fue una "decisión maravillosa, muy importante, porque eso nunca ocurrió en nuestro continente".