El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva provocó una fuerte controversia política en México al afirmar que Brasil supera a este país en su situación económico social, tema al que se sumó el propio mandatario azteca, Enrique Peña Nieto en España.

Decir que México "es la nueva nación en ascenso" es "una gran mentira", en cambio Brasil se perfila para ser la quinta mayor economía del mundo", afirmó Lula, quien recordó que la reforma energética que se está llevando a cabo en tierras aztecas "no es ninguna hazaña" porque en su país se hizo hace 20 años.

Las declaraciones de Lula, invitado especial del gobierno mexicano en 2013 para inaugurar una de las estrategias clave del presidente Enrique Peña Nieto, la Cruzada Nacional contra el Hambre, provocaron inmediatas reacciones de rechazo.

La polémica alcanzó en España a Peña Nieto, quien al concluir una visita oficial fue interrogado sobre el tema en una rueda de prensa y le dedicó una larga respuesta.

"Yo tengo un gran respeto para el señor ex presidente Lula y la relación de México con Brasil es cercana. Y creo que no se inscribe de ninguna manera en una competencia de dos naciones", expuso el mandatario.

Menos moderado y diplomático, y más directo, el ministro de Hacienda (finanzas) Luis Videgaray, que acompañó a Peña en su gira por España y el Vaticano, dijo que México tiene indicadores "más robustos" que Brasil, al menos en aspectos como la inflación.

"No es lo más constructivo entrar en la polémica con un ex presidente; si vemos los indicadores financieros, si vamos a las tasas de interés, a las calificaciones de la deuda, a la inflación, por supuesto que tenemos indicadores más robustos en el caso de México", señaló.

Videgaray recordó que "Brasil está viviendo una etapa muy especial no solamente por ser la sede de la Copa Mundial de fútbol sino porque en el otoño de este año van a tener elecciones".

Por su parte, el senador oficialista David Penchyna afirmó que "la política no es un partido de fútbol ni una competencia entre naciones".

"A lo mejor el señor Lula sacó el capote para distraer lo que está pasando en su propia economía. La expresión de Lula tiene más que ver con defender su pasado que con el futuro", expuso.

Analistas financieros, como Bárbara Anderson, dieron la razón en parte a Lula, al indicar que aunque "rompió los códigos diplomáticos" con sus afirmaciones, "para quitarle reflectores a Dilma Rousseff, hay datos que le dan la razón".

Por ejemplo, dijo, Brasil recibió más inversión extranjera directa en 2013 (64.000 millones de dólares, contra 35.000 de México).
Otros expertos no obstante creen que ambos países tienen sus fortalezas y sus debilidades.

El portal Reporte Indigo recordó que Brasil promedió un crecimiento de casi 5% entre 2004 y 2008, y redujo la pobreza del 20,9 al 18,6%, pero ""ha sido incapaz de sostener sus altas tasas" de desarrollo y enfrenta una fuerte inflación y un aumento de su deuda.

En México, en cambio "el combate a la pobreza ha sido el talón de Aquiles de la política económica mexicana", pues del 2011 a 2012 la cifra de personas sin ingresos aumentó de 36,3 a 37,1%, pero en cambio este país supera a Brasil en facilidad para los negocios y en infraestructura, recordó.