Los servicios secretos alemanes en el exterior (BND) realizaron una dura denuncia contra Arabia Saudita al alertar sobre su papel desestabilizador en el mundo árabe. "Su prudente postura diplomática seguida hasta ahora por los antiguos líderes miembros de la familia real, se ha sustituido por una política de intervención impulsiva", escribió el BND en un informe. 

Se trata de la situación de Arabia Saudita como "poder regional sunnita en un ámbito de tensión entre el cambio de paradigma de la política exterior y la consolidación de la política interior" también en competencia con Irán. Sobre todo el papel del nuevo ministro de Defensa e hijo del rey Salman, Mohammed bin Salman, es visto de manera crítica por los servicios de inteligencia germanos.

La concentración de poder en los ámbitos de economía y política exterior en manos del segundo en la línea de sucesión "conlleva el peligro latente de que irrite con el intento de establecerse en la sucesión al trono aún en vida de su padre". Con medidas de costos elevados o reformas puede disgustar a otros miembros de la casa real y al pueblo, creando el peligro de que desgaste en exceso "las relaciones de amigos y, sobre todo, de Estados aliados de la región". 

El rey Salman y su hijo Mohammed querían "distinguirse como líderes del mundo árabe", escribieron los analistas del BND. El desfavorable desarrollo político del país desde hace años motivó que la agenda exterior de Arabia Saudita se amplíe con "un fuerte componente militar, así como nuevas alianzas regionales". Desde siempre, se acusa a la autocracia saudita de ser quien secretamente financia a los grupos extremistas como el actual Estado Islámico.