La Asamblea General de la ONU aprobó el jueves por una clara mayoría una resolución no vinculante en defensa de la integridad territorial de Ucrania que denuncia la "anexión" rusa de Crimea, en un votación que mostró a América Latina muy dividida.

Ucrania recurrió a la Asamblea General, órgano en el que pueden votar los 193 países miembros de la ONU, tras el veto de Moscú a
esta cuestión en el Consejo de Seguridad el 15 de marzo, un día antes del referéndum en el que Crimea decidió incorporarse a la Federación Rusa.

Ucrania y las potencias occidentales han declarado ilegal al referéndum. A diferencia del Consejo de Seguridad, las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, por lo que la votación es más bien simbólica.

Estados Unidos y los países de la Unión Europea votaron a favor, al igual que Chile, Colombia, Perú, México, Panamá, Costa Rica y Honduras.

Entre quienes votaron en contra de la resolución estuvieron Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba, además de Rusia.

Se abstuvieron en cambio China, India, Brasil, Argentina, Uruguay, Ecuador, Paraguay y El Salvador, entre otros.

"Estoy mus satisfecho con el voto. Una inmensa mayoría de naciones del mundo apoyó esta resolución", dijo el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Andrii Deshchytsia, presente en Nueva York para defender el texto.

Antes, al abrir la sesión en el hemiciclo de la sede de la ONU, Deshchytsia denunció que Crimea fue "anexado de manera forzos por un país que antes se había comprometido a garantizar la integridad territorial de Ucrania" según el Pacto de Budapest de 1994, en el
que Kiev renunció a su arsenal nuclear.

Más aún, afirmó que la "agresión meticulosamente calibrada" fue llevada a cabo por "un país miembro permanente del Consejo de Seguridad en el que la ONU ha confiado y dado responsabilidad para el mantenimiento de la paz y la seguridad mundial".

"Lo que ocurrió en mi país es una violación directa de la Carta de las Naciones Unidas. Estoy seguro de que este voto ayudará a disuadir nuevas agresiones", agregó.

De su lado, el embajador ruso Vitali Churkin, clamó una "victoria moral" de la diplomacia de su país, argumentando que "casi la mitad" de los Estados miembros de la ONU se negaron a apoyar la resolución.

"Un creciente número de países está empezando a entener la complejidad de la situación y los motivos detrás de las acciones de Crimea y la Federación Rusa", explicó a la prensa.

En el recinto, Churkin respondió a las acusaciones de Ucrania y Occidente denunciando una "resolución de la confrontación" y pidiendo a la comunidad internacional que "respete la decisión de Crimea como la respetó" Moscú.

Churkin afirmó que la "violencia" se había convertido "en norma de la vida política en Ucrania", tras la destitución del presidente prorruso Viktor Yanukovich en febrero pasado, que motivó la intervención de Moscú.