El embajador en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, sostuvo que la renuncia de Benedicto XVI al Papado constituye "un llamado de atención importante para cualquier líder del mundo".

Por Continental, manifestó su sorpresa por el anuncio de Ratzinger, pautado para el 28 de febrero. “Evidentemente, fue una decisión personal, así que no era fácil de advertir” y “también lo será para su sucesor, por la agenda que hay por delante”. En Magdalena Tempranísimo, aclaró que no vio al sumo pontífice católico “con grandes dificultades de salud, aunque no soy médico, pero lo vi en óptimas condiciones”.

En este sentido, subrayó que “para nada” había rumores previos a la decisión de abdicar que ayer comunicó Benedicto XVI. “El Papa nos dio una sorpresa a todos”, insistió el embajador y subrayó que, durante un Consistorio, “hablando en latín anunció que había hecho un examen de conciencia delante de Dios, que se había percatado o adquirido una certeza de que su fuerza, y por la edad avanzada, no estaba en condiciones de seguir de manera adecuada con su pontificado”.

Finalmente, se excusó de opinar sobre la posible candidatura de un argentino al pontificado. “Cualquiera que yo opine, no creo que lo beneficie. No por mí, no es que yo tenga un grado de incidencia, cero, absolutamente cero. Si la política se mete, entorpece muchísimo a cualquier persona. Tenemos que ser respetuosos, ellos tienen su sistema de elección”, agregó Cafiero.