Israelíes y palestinos acordaron un alto el fuego tras cuatro días de violentos enfrentamientos que causaron al menos 25 muertes y decenas de heridos, según coincidieron en informar el Ejército de Israel y los servicios de emergencia de Gaza.

La tregua entró en vigor a partir de la madrugada del martes, según afirmó el portavoz de la Yihad Islámica, Dawoo Shihab, en un comunicado enviado por mail a la prensa en Gaza. “Nos comprometemos a la calma mientras los ocupantes hagan lo mismo y la respuesta será dura en caso de que el régimen sionista renueve sus asesinatos”, advirtió, no obstante, Shihab.

Egipto, el presidente palestino, Mahmud Abbas; y el grupo Hamas (que gobierna de facto la Franja de Gaza) mantuvieron conversaciones con los líderes de la Yihad Islámica y los Comités de Resistencia Popular, en un intento de restaurar la calma.

Sin embargo, un portavoz israelí aseguró a la citada agencia de noticias que su país seguirá en la tesitura de “no negociar con facciones radicales”, en referencia a Hamas. Los medios de comunicación israelíes citaron a funcionarios de Tel Aviv reiterando que el país “responderá a la calma con calma” pero negando que se hayan dado garantías para no responder en caso de ataque.

Si bien sobre territorio israelí milicias palestinas como Yihad Islámica y los Comités de Resistencia Popular lanzaron unos 200 cohetes y granadas de mortero desde el inicio de la nueva ola de violencia, la mayoría de los muertos son palestinos.

La ola de violencia se desató cuando la aviación israelí, en uno de sus muchos bombardeos, asesinó al líder de los Comités de Resistencia Popular, Zohair al Kaisi, al que Israel acusaba de preparar un gran atentado en el Sinaí.