En Irán, lanzaron gases lacrimógenos contra una marcha opositora.

Una multitud salió a las calles a apoyar la revuelta egipcia, pese a que las autoridades lo habían prohibido.

Al menos una persona murió durante la represión.

Estados Unidos elogió las protestas y pidió a Teherán que “abra su sistema político”.

Mientras tanto, los gerifaltes del régimen político-religioso persa reclaman “pena de muerte para los líderes de la oposición por ser corruptos en la tierra”.