"La India demostró su capacidad para diseñar, desarrollar y producir un misil balístico de largo alcance. Ya somos una potencia en esta materia", proclamó el jefe de la Organización para la Investigación y el Desarrollo de la Defensa (DRDO, por sus siglas en inglés), V. K. Saraswat.

El 'Agni V' es la última versión del rudimentario 'Agni' o "Fuego", desarrollado como parte del programa de misiles de largo alcance que India comenzó en la década de 1960. El lanzamiento puede ser considerado como un síntoma de la intención de Nueva Delhi de desarrollar un Programa de Misiles Balísticos Intercontinentales (ICBM).

Hasta el momento, solamente los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China e Israel poseen este tipo de armamento.

Si bien India, al igual que Pakistán, Corea del Norte e Israel, no firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), debido a un acuerdo firmado con Estados Unidos en 2008, puede mostrar cierto tipo de "legitimidad" en la posesión de este tipo de arsenal.

Nueva Delhi asegura que su programa de misiles de largo alcance solamente tiene una finalidad disuasoria. Sin embargo, podría suponer una amenaza para China y los países europeos. La amenaza se cernería especialmente sobre China, país con el que India perdió una breve guerra fronteriza en 1962.

Desde entonces ha desarrollado su sistema de defensa y denunciado la excesiva presencia militar del gigante asiático en la frontera común. En este contexto, el Global Times, diario del Partido Comunista de China, lanzó una advertencia: "India no debería sobrevalorar su fuerza". Además, criticó la actitud de la comunidad internacional ante el lanzamiento. "Occidente ha preferido obviar la indiferencia de India ante los tratados de control de misiles", remarcó.