Los incendios forestales en el sur de Chile seguían avanzando este martes y habían arrasado ya con casi 40.000 hectáreas, propagados por una intensa ola de calor y fuertes vientos, mientras las autoridades investigan la posible intencionalidad en algunos de los siniestros.

El principal foco estaba concentrado en la comuna de Quillón, en la región del Biobío, a unos 500 km al sur de Santiago, donde se registraban cuatro siniestros activos, con 22.500 hectáreas arrasadas, de acuerdo a un último reporte de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi).

El fuego, que se inició la mañana del viernes, destruyó hasta ahora 162 viviendas y motivó la evacuación de unas 500 personas. Un hombre de 75 años murió la madrugada del domingo al negarse a abandonar su hogar.

Por su parte, en el del parque nacional Torres del Paine, el primero de esta serie de incendios y que se inició hace seis días, el número de hectáreas afectadas llegó a 13.306, con cuatro de los seis focos activos controlados, según informó el lunes el presidente Sebastián Piñera.

El parque nacional está ubicado en la provincia de Puerto Natales, a unos 3.000 km al sur de Santiago y tiene una extensión total de unas 230.000 hectáreas.

El avance en el control del fuego permitirá reabrir en los próximos días el 70% de las instalaciones del parque, declarado reserva de la biosfera en 1978 por la UNESCO y que recibe cada año a más de 100.000 turistas, especialmente extranjeros, según anunció este martes el ministro de Economía, Pablo Longueira.