Las autoridades de Hungría detuvieron ayer a 2.533 personas, entre ellos 555 menores, por cruzar ilegalmente la frontera desde Serbia, una cifra que supera hasta ahora a todas las registradas en un solo día. La gran mayoría de los inmigrantes son en realidad refugiados ya que provienen de países con conflictos como Siria, Afganistán o Pakistán, en los que participan tropas extranjeras, europeas y/o norteamericanas.

Además, se espera que a partir de esta tarde alcancen la frontera húngara los 7.000 refugiados que el pasado fin de semana pasaron de Macedonia a Serbia. En lo que va del año, las autoridades húngaras registraron a más de 120.000 exiliados que entraron en Hungría y que en su gran mayoría luego se dirigieron hacia otros más países ricos de la Unión Europea (UE), como Austria o Alemania en busca de trabajo.

Muchas de las personas que quieren encontrar refugio en la UE se apuran a cruzar la frontera antes de que Hungría termine la instalación de una valla que construye a lo largo de su frontera con la vecina Serbia para obstaculizar la inmigración. Mientras tanto, la Comisión Europea (CE), que criticó la valla pero no tomó ninguna medida contra ella, se mostró ayer dispuesta a aumentar la ayuda financiera a Budapest para afrontar la creciente ola de refugiados que llegan al país.