El presidente francés, Francois Hollande, descartó hoy presentar su dimisión y aseguró que cumplirá con su mandato de cinco años "hasta el final" más allá de los bajos índices de aprobación.
 
"Fui elegido por cinco años. Estoy en la mitad de mi mandato y no hay encuesta, y no importa lo malo que sea su resultado, que pueda interrumpir el mandato que recibí del pueblo para ser presidente de la república", señaló Hollande en una conferencia de prensa celebrada al final de la cumbre de la OTAN en Gales.
 
El mandatario reaccionó así a los resultados de dos encuestas publicadas esta semana que revelan una pérdida del apoyo de la ciudadanía a dos años de su elección.
 
Un sondeo de TNS Sofres mostró que sólo el 13 por ciento de los votantes confía en él para gobernar el país, el nivel más bajo de un presidente francés en más de medio siglo. Una encuesta de CSA reveló en tanto un apoyo de 19 por ciento.
 
El Frente Nacional (FN), de extrema derecha, consideró que los resultados de las consultas reflejan que el líder socialista, cuyas
políticas no han logrado impulsar el crecimiento ni la creación de puestos de trabajo, está totalmente desacreditado.
 
La líder del FN, Marine Le Pen, convocó a Hollande a disolver el Parlamento y celebrar elecciones anticipadas.
 
Hollande también reaccionó a las acusaciones de su ex pareja, Valerie Trierweiler, que cuestionó su compromiso con los pobres. En un libro publicado este jueves, en el que cuenta los detalles de su separación, asegura que al líder socialista "no le gusta la gente pobre". 
 
El mandatario aseguró que pasó toda su vida buscando avanzar en la causa de los pobres. "Es simplemente mi razón de existir", dijo.