Los restos, en su mayoría de indígenas asháninkas y machiguengas, fueron encontrados en la provincia de Satipo por un grupo de forenses que inició la búsqueda esta semana, tras recibir información del pueblo de Saigón, donde se encuentra la fosa.

De acuerdo con el miembro de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) Carlos Angulo, los nativos fueron exterminados por las huestes de Sendero entre los años 1984 y 1990.

"Los mataban porque no querían seguir a los terroristas o porque estaban enfermos", dijo Angulo, según consignó la agencia DPA.
El funcionario dijo también que se inciaron los trámites para resarcir a los deudos de quienes murieron y que están a la espera de que el Ministerio Público dé la orden de exhumar los restos.

Saigón se encuentra ubicado en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), zona en la que aún opera una columna de los remanentes de Sendero al mando de Víctor Quispe Palomino, "José", que mantiene una capacidad de fuego relativamente importante pero rompió con las ideas originales del fundador Abimael Guzmán, en cadena perpetua desde 1992.

Otra columna, mucho más pequeña, opera en la zona selvática de Huallaga. Aunque ésta es fiel a la ideología del Sendro original, está debilitada desde que en 2012 fuera capturado su líder, Eleuterio Flores Hala.

Sendero, cuyas acciones dirigidas en su mayor parte contra campesinos fueron repudiadas por la comunidad internacional por su extrema violencia, causó de forma directa más de 40.000 muertes entre 1980 y 2000, según la Comisión de la Verdad.