La quinta evaluación del rescate quedó bloqueada el año pasado cuando el premier era Antonis Samaras, por el desacuerdo en torno a la brecha financiera de 2015, que Atenas negaba y las instituciones situaban en 2.000 millones de euros.

Este tramo de la negociación se desarrolla en un entorno político diferente al anterior, con el líder izquierdista Alexis Tsipras en el poder tras sostener su campaña electoral con promesas de inaugurar un vínculo diferente con los organismos financieros.

En ese marco, Tsipras buscó evitar por razones simbólicas la llegada y la permanencia de las delegaciones de los acreedores en Atenas, como en el pasado, y por eso pidió que las negociaciones se desarrollasen en la capital belga.

En la capital griega, en tanto, el Parlamento aprobó hoy temprano por unanimidad la creación de una nueva comisión formada por todos los partidos para reclamar a Alemania reparaciones de guerra, así­ como la devolución del préstamo forzoso durante la ocupación nazi y de las obras de arte expoliadas.

En un extenso debate -más de siete horas-, los legisladores de todo el arco político mostraron un inusitado consenso en cuanto al objetivo, si bien hubo matices con respecto a cómo debí­an formularse las reclamaciones.

En su discurso de apertura de debate, Tsipras reconoció que el tema es muy "técnico y sensible", pero que uno tiene el "deber" de abordar, tras reiterar que las ví­ctimas griegas de la ocupación nazi deben ser homenajeadas y que "los recuerdos" de estos crí­menes "están vivos y debemos mantenerlos vivos".

"No para avivar la falta de confianza entre pueblos, sino para recordar lo que pasa cuando en vez de la solidaridad se imponen los sentimientos de superioridad nacional", enfatizó.

Luego recordó que el pueblo alemán "pagó un precio muy alto" durante la Segunda Guerra Mundial, pero insistió en que tras la firma del Acuerdo de Londres en 1953 los germanos "debieron hacer frente a sus obligaciones" derivadas de la guerra, algo que desde entonces el paí­s "intenta evitar" con "argucias legales".

El Gobierno griego exige a Alemania reparaciones a las ví­ctimas y también por la devastación de infraestructuras y por el crédito que el Tercer Reich obligó a concederle a la Atenas ocupada, mientras sus bombarderos sobrevolaban la Acrópolis.

Se trata del préstamo obligatorio de 476 millones de reichsmark (moneda utilizada en Alemania hasta 1948) que nunca fue devuelto a Grecia, y cuyo valor actual ascenderí­a a entre 7.000 y 11.000 millones de euros.

A ello se añadirí­an reclamaciones por la devastación de las infraestructuras, costes difí­ciles de cifrar, pero que, según algunas estimaciones de expertos, alcanzarí­an los 162.000 millones de euros, la mitad de la deuda helena.

La finalidad de la comisión incluye la exigencia de devolver las obras de arte robadas por los nazis.

El ex ministro de Relaciones Exteriores Evangelos Venizelos pidió no mezclar este debate con las negociaciones actuales de Grecia con sus acreedores.