Al menos 16 personas han muerto y tres están desparecidas tras las fuertes lluvias que cayeron el sábado por la noche en el sur de Francia, según indicó en Biot, cerca de Niza, el presidente François Hollande. El mandatario, que visitaba las zonas afectadas este domingo, advirtió que este balance podría empeorar.

El tráfico ferroviario se vio afectado en el sureste del país, unos 21.000 hogares seguían sin electricidad a mediodía y unas 200 personas estaban alojadas en centros de acogida. El Consejo de Ministros reconocerá este miércoles el estado de catástrofe natural y los afectados serán indemnizados en un plazo de tres meses.

“En el conjunto del departamento lamentamos la muerte de 16 personas y la desaparición de otras tres”, anunció Hollande desde la comuna de Biot, una de las zonas más afectadas, donde el mandatario inició su visita a media mañana acompañado por el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve. Manifestó a continuación su apoyo a los familiares de las víctimas y su solidaridad a todos los afectados y rindió homenaje a la labor de los gendarmes y bomberos movilizados.