Fiscalía de Oslo consideró que Anders Behring Breivik, autor confeso de la muerte de 77 personas el año pasado en Noruega, no puede ser considerado imputable por la masacre y pidió que sea internado de por vida en un instituto psiquiátrico.

Para justificar su pedido de internación, la fiscalía invocó un informe oficial de dos expertos que llegaron a la conclusión que Breivik sufre de "esquizofrenia paranoide". Sin embargo, esta evaluación oficial fue cuestionada por psiquiatras llamados a declarar durante el juicio, para quienes el extremista de 33 años presenta problemas de personalidad -una condición insuficiente para evitar la prisión- pero no psicosis.

En el caso de que los jueces lleguen a una conclusión diferente sobre su salud mental, el acusado debería ser condenado a 21 años de prisión, que se podría prolongar indefinidamente el tiempo que sea considerado peligroso, señaló el fiscal Svein Holden.