El portavoz de los padres de los estudiantes de Ayotzinapa, Felipe de la Cruz, dijo a la prensa que mantendrán cerrado el aeropuerto durante al menos "tres horas", en los que "nadie va a entrar ni salir".

Los manifestantes escribieron en las paredes de la terminal aérea mensajes como "Todos somos Ayotzinapa" y "(Enrique) Peña Nieto, asesino", en alusión al presidente mexicano, quien hoy se encuentra de visita en China.

Unos 20 autobuses partieron en las primeras horas de esta mañana desde Chilpancingo, la capital del sureño estado de Guerrero, hacia el puerto de Acapulco para protestar una vez más por la desaparición de los 43 alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.

Ya en Acapulco, alrededor de las 9 hora local de hoy (12 de Argentina) el paso de los manifestantes, en su mayoría con los rostros cubiertos, fue bloqueado por unos 500 policías antidisturbios, quienes cedieron el paso a los manifestantes luego de un enfrentamiento a pedradas en el Boulevard de las Naciones.

Los manifestantes, quienes portaban fotos de los 43 estudiantes desaparecidos, prometieron protestar de manera pacífica antes de retomar la marcha hacia el aeropuerto, de la que participaron profesores de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero, campesinos y estudiantes de escuelas de magisterio, reportaron la agencia Efe y el diario capitalino La Jornada.

El pasado 26 de septiembre tres estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en el sureño estado de Guerrero, y otras tres personas murieron en ataques a tiros perpetrados por policías municipales, por órdenes del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, según la Procuraduría General de la República (PGR), y con participación de narcotraficantes.

Además, unos 43 jóvenes fueron detenidos por los policías y entregados a criminales de Guerreros Unidos, quienes los mataron y quemaron durante más de 14 horas para evitar que quedaran rastros, según el testimonio de tres de los autores materiales.

La fiscalía encontró restos óseos y cenizas en el basurero de Cocula donde se hizo la hoguera, así como en una de las ocho bolsas que fueron lanzadas a un río por los criminales, los cuales serán analizados por un laboratorio en Austria para lograr la identificación.

Pero familiares de las víctimas insistieron hoy en que no aceptarán los resultados de las investigaciones hasta que haya una comprobación científica de que se trata de sus hijos. La desaparición de los jóvenes sigue provocando manifestaciones de protesta en todo el país.

Por su parte, el fiscal Murillo Karam, justificó hoy su polémica frase de "ya me cansé", dicha en conferencia de prensa el viernes y retomada por manifestantes y redes sociales, como estar harto de la violencia y la impunidad en México.

"Estaba yo cansado y es la verdad", dijo el fiscal general al noticiero de Televisa, al indicar que llevaba muchas horas sin dormir y además estaba interiormente "cimbrado" (conmovido) por un encuentro que acababa de sostener con los padres de los jóvenes, reprodujo la agencia DPA.

"Sí, me cimbra (sacude)", afirmó. "La verdad es que cuando los oyes te estremeces ante la impotencia de no poderles dar una verdad inmediata", añadió. "No es un problema de vigor, es un problema de sentimiento".

Antes de informar a los medios, Murillo Karam se había entrevistado con los padres de los estudiantes en la ciudad de Chilpancingo, 280 kilómetros al sur de la capital, para darles los pormenores de las investigaciones.

Melitón Ortega, padre de uno de los estudiantes secuestrados señaló a la televisión local y fue reproducido por la agencia ANSA, que "no estuvimos conformes" con este reporte (de que fueron asesinados por delincuentes), porque a su juicio "no es lo que corresponde" a lo que piensan que sucedió.

Los padres dijeron que reclamaron "seriedad" al gobierno y consideraron que el fiscal "no puede" decir que "aceptamos la información que nos proporcionó", porque eso no es cierto.