Al hablar en la sesión de honor de la Asamblea Legislativa Plurinacional por los 189 años de la independencia del país, Morales indicó que el crecimiento económico en gestiones pasadas, de 1999 a 2005, era de 2,9 por ciento.

"Ahora, el Producto Interno Bruto (PIB) del país creció en promedio 5 por ciento durante los últimos ocho años y con ello pasó a liderar los niveles de desarrollo económico en Sudamérica", recalcó el presidente.

El mandatario recordó que "por el porcentaje del PIB antes (éramos) el último país de Sudamérica" e insistió en que "ahora" Bolivia es "el primero".

El jefe de Estado destacó el progresivo incremento de las reservas internacionales netas del país, cuyo monto bordea actualmente los 15.000 millones de dólares y permite implementar proyectos sociales para eliminar la pobreza en Bolivia, principalmente en áreas rurales.

Precisó que entre 2006 y 2013 la extrema pobreza en Bolivia se redujo del 34 al 15 por ciento, "gracias al nuevo modelo económico social, comunitario y productivo que prioriza la redistribución de los recursos económicos entre la población, mediante progresivos incrementos salariales, bonos y rentas sociales".

Entre los datos que enumeró Morales también figura la suba del salario un 227 por ciento desde el 2006.

El jefe de Estado anunció además un proyecto de ley que disminuye la edad de jubilación de los trabajadores mineros y otro que otorga un bono extra, como aguinaldo de Navidad, al que reciben cada mes las personas de la tercera edad.

Morales aprovechó su presencia en el Congreso, también, para llamar a la "conciliación", pedir que los comicios de octubre -en los que buscará otra reelección- sean "una fiesta democrática y no una confrontación", y exigir respeto al resultado de esa compulsa.

"Son tiempos de conciliación. Evo no es ningún tramposo para buscar o preparar daños a alguien", afirmó, hablando de sí mismo en tercera persona, en lo que pareció una réplica a denuncias por presuntas irregularidades en compras del Estado.
En sus 68 minutos de discurso, el mandatario expresó la esperanza "de que estas elecciones sean una fiesta democrática y, por supuesto, al ganador se respeta, porque eso es la democracia".

En octubre, Morales -que gobierna Bolivia desde 2006- se enfrentará a cuatro opositores para buscar un tercer mandato hasta el 2020 con el aval del Tribunal Constitucional (TC). Buscarán la jefatura del Palacio Quemado el empresario Samuel Doria Medina, el ex presidente Jorge Quiroga, el ex alcalde de La Paz Juan del Granado y el indígena Fernando Vargas.

Pese a que la Constitución promulgada en 2009 permite solo dos mandatos consecutivos, el TC respaldó la candidatura del presidente con el argumento de que el primer período del gobernante (2006-2010) no cuenta para ese cómputo porque Bolivia fue refundada en 2009.

Minutos antes de que hablara Morales, el vicepresidente Alvaro García Linera le había dado pie para perfilar planes, al vaticinar que en el 2025, a los 200 años de su creación, Bolivia será "una potencia continental" porque se habrán "convertido en realidad los sueños supremos de hoy".