Miles de estudiantes chilenos, junto a trabajadores y ecologistas, marcharon este miércoles en el puerto de Valparaíso (centro) en rechazo a una reforma educativa que la presidenta Michelle Bachelet defendió durante su primera rendición de cuentas públicas ante el Congreso.

La marcha, la segunda que se realiza bajo el gobierno de Bachelet, se efectuó bajo una intensa lluvia y frío. Con banderas, gritos y carteles, miles de manifestantes llegaron hasta pocos metros del Congreso, emplazado en este puerto ubicado a unos 120 km de Santiago.

La Policía montó un férreo cinturón de seguridad alrededor del parlamento que los estudiantes intentaron traspasar, lo que ocasionó enfrentamientos con uniformados que utilizaron gas lacrimógeno y camiones lanza agua para dispersar la manifestación.

Mientras los estudiantes marchaban, Bachelet daba el tradicional informe presidencial anual ante el Congreso, en el que defendió la reforma que pretende cambiar el actual sistema educativo, fuertemente privatizado y segregador, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Los estudiantes desconfían que la reforma educativa de Bachelet vaya a satisfacer plenamente sus demandas de educación gratuita y de calidad, además de poner fin al lucro en las escuelas subvencionadas e universidades.

"La reforma fundamental será un cambio estructural de la educación en Chile en todos sus niveles", afirmó Bachelet durante un discurso de dos horas ante el Congreso.

"Donde hay derechos no hay mercados", decía un enorme cartel que encabezaba la marcha, organizada por los estudiantes pero en el que también participaban sindicatos de trabajadores, organizaciones ambientalistas, además del diputado y exdirigente estudiantil, Gabriel Boric.

En Santiago, en tanto, estudiantes ocuparon el Liceo Darío Salas durante la noche del martes en rechazo a la reforma del gobierno, mientras alumnos del Instituto Nacional, un emblemático colegio de la capital chilena, cortaron la principal vía del centro.

"Queremos darle una señal al gobierno de que no estamos conformes con la reforma, creemos que hay que ahondar más en ella", dijo a medios locales Jordi Villalón, presidente del centro de alumnos del Darío Salas.

En Valparaíso marcharon también damnificados del voraz incendio que afectó el puerto a comienzos de abril, quienes se quejan por la lentitud que a su juicio ha tenido el gobierno para entregarles nuevas viviendas.

El siniestro dejó 15 muertos y unos 12.500 damnificados, muchos de ellos aún residiendo en albergues luego de haber perdido todas sus posesiones.