La tasa de desempleo en España supera el 25 por ciento por primera vez en la historia democrática de un país inmerso en la crisis económica desde hace cinco años y en el que se están aplicando recortes y ajustes en la lucha contra el déficit público impuesta por la Unión Europea (UE).

Uno de cada cuatro trabajadores se encuentra ya sin empleo, el 25,02 por ciento, según la Encuesta de Población Activa (EPA) referida al tercer trimestre del año que publicó hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Son en total 5.778.100 personas, un nivel sin precedentes, después de que entre julio y septiembre aumentara la desocupación en 85.000 personas. El temor es ahora que llegue a superarse la barrera de los seis millones en los próximos trimestres.

Ni siquiera el verano, época en la que tradicionalmente aumenta el empleo, logró frenar la sangría. La tasa de desempleo en el periodo que va entre julio y septiembre es 0,38 puntos superior a la que se alcanzó en el trimestre precedente.

Detrás de las cifras del INE hay un drama vital para muchas familias. También el número de hogares con todos sus miembros desempleados llegó a un máximo histórico: 1.737.900. Son 300 más que en el trimestre precedente.

Y la tasa de desempleo juvenil, aunque descendió 0,94 puntos frente al segundo trimestre del año, apunta a una posible generación perdida: el 52,34 por ciento de los menores de 25 años no tiene trabajo. Son en total 970.200 jóvenes, 6,5 puntos porcentuales más que en el mismo periodo del año pasado.

El desempleo bajó también entre los inmigrantes, en concreto en 51.000 personas, pero la tasa de desocupación en este colectivo sigue estando muy por encima de la media española: un 34,84 por ciento, con algo más de 1,182 millones de extranjeros sin trabajo.

El gobierno de Mariano Rajoy se agarró, por boca de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, a que las cifras de hoy “muestran una moderación en el incremento del desempleo”. Estos datos son además un “acicate” para que el Ejecutivo siga trabajando en sus reformas contra la crisis económica, dijo por su parte la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. “Hay que trabajar frente a ellos y contra ellos”, manifestó.

La recesión, la segunda que atraviesa España en tres años, ha agravado la situación en el maltrecho mercado laboral. En un año se han destruido 835.900 empleos y el número de desempleados ha crecido en casi 800.000 personas.

Los sindicatos atribuyen el aumento del desempleo a la controvertida reforma laboral del gobierno de Rajoy, que entró en vigor en marzo facilitando y abaratando el despido. “Acelera la destrucción de empleo y desanima a las empresas a mantener el vinculo con los trabajadores”, aseguró hoy el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández Toxo.

El Partido Socialista (PSOE), el principal de la oposición, pidió una comparecencia urgente del presidente del gobierno en el Congreso de los Diputados. Es necesario “reflexionar conjuntamente sobre los efectos perversos de la reforma laboral y de la política económica” del gobierno, dijo su número dos, Elena Valenciano.

El Ejecutivo, sin embargo, insiste en que hay que “dar tiempo” para que la reforma laboral tenga el efecto deseado. El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, aseguró que en 2013 se empezarán a registrar “cifras positivas” en materia de creación de empleo, si bien no pudo avanzar cuándo será exactamente.