Georg Ratzinger es, además del hermano de Benedicto XVI, uno de sus confesores más cercanos y, por ende, uno de los pocos que supo guardar el secreto de la renuncia al cargo más alto en el Vaticano.

Tras el sorpresivo anuncio, el sacerdote, de 89 años, aseguró hoy en una entrevista concedida al diario español ABC que la decisión del Sumo Pontífice "es beneficiosa para la Iglesia".

En ese sentido, declaró que "la edad oprime" y que Benedicto XVI tiene cada vez más dificultades para andar, lo que complica su vida pública. "Mi hermano quiere más tranquilidad a esta edad", ratificó.

En un acotado mano a mano con el periódico español, Georg recordó el momento en el que Benedicto XVI le comunicó su decisión: "De las palabras exactas no me acuerdo. Me dijo que se abstendría de su cargo y que la razón era la progresión de la edad. Está en un proceso natural de envejecimiento, en el que también estoy yo".