Cuando la relación diplomática entre la Argentina y Uruguay alcanzó esta semana picos de tensión por el aumento de la producción de la papelera UPM (ex Botnia) a orillas del río Uruguay, en el vecino país aseguran que la compañía de capitales finlandeses podría instalar una nueva fábrica de celulosa en los próximos meses.

Según consigna hoy el diario El País, UPM ya tendría ubicación para una nueva fábrica. Sería en el departamento Cerro Largo, que limita al oeste con el sur de Brasil, que está atravesado por el río Negro, donde desembocarían los desechos de la planta.

El matutino señala que los intendentes de los departamentos de Cerro Largo, Sergio Botana, y de Durazno, Benjamín Irazábal, confirmaron el interés de la empresa en instalarse en esa zona, por su cercanía a importantes masas forestales y al río Negro.

La compañía extranjera ya tiene trabajos realizados en esa zona del oeste uruguayo. "UPM ya construyó con sus recursos un puente de 150 metros de largo, que costó 1 millón de dólares, sobre el arroyo El Cordobés, límite entre Cerro Largo y Durazno, para enviar madera a su planta de Fray Bentos y reducir el recorrido de los camiones con la materia prima en 100 kilómetros", consigna El País.

La nueva planta comprometería una inversión mayor a 3.000 millones de dólares, según el intendente Botana. Tendría una capacidad de producción superior a la ex Botnia, que esta semana fue autorizada a producir 100.000 toneladas por el presidente José Mujica y que desató una crisis con la Casa Rosada y la furia de los ambientalistas de Gualeguaychú. También sería más grande que la planta de la firma Montes del Plata, que se inaugurará en Uruguay el año próximo y que elaborará 1,3 millones de toneladas de celulosa anuales.