"No hay límite de edad en el Monte del Templo (tal como denominan los judíos a la Explanada de las Mezquitas), esperamos que las cosas sean calmas hoy", dijo el vocero policial Mickey Rosenfeld, según informó la agencia de noticias Maan.

Y agregó que "unidades adicionales de la Policía fueron desplegadas en Jerusalén esta mañana para prevenir cualquier incidente en los alrededores de la ciudad vieja".

La decisión llega luego de la reunión que mantuvieron ayer en la capital jordana el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, el rey Abdullah II de Jordania y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la que acordaron medidas para reducir las tensiones.

Ayer, Kerry mantuvo también una reunión con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, aunque consultado en la posterior conferencia de prensa el funcionario estadounidense respondió que "no era el momento" para que el líder palestino se sentase en una misma mesa con Netanyahu.

En Amman se tomaron "compromisos firmes" para mantener el status quo en el complejo localizado en Jerusalén Este, aseguró Kerry en una conferencia de prensa brindada junto al ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Nasser Judeh.

"No vamos a presentar cada paso concreto, es más importante que sean hechos de manera callada y efectiva", sostuvo el funcionario estadounidense.

Israel y Jordania, que administra la seguridad en el complejo, también acordaron tomar medidas para reducir la escalada de las tensiones en Jerusalén y para "restaurar la confianza".

La violencia está en aumento por una campaña de la extrema derecha israelí que quiere cambiar las reglas establecidas de la Explanada para habilitar a los judíos a poder rezar en el recinto.

Netanyahu dijo en repetidas ocasiones que no tienen planes de realizar cambios en el complejo donde los judíos pueden ingresar , aunque no tienen permitido orar.

Las fuerzas israelíes, sin embargo, escoltan regularmente a grupos de activistas israelíes al sitio sagrado, dando lugar a tensiones con adoradores locales que ven las visitas como una forma gradual de afirmar el control sobre el área.

La tensión comenzó a elevarse a principios de julio cuando judíos extremistas quemaron vivo a un palestino en represalia por la muerte de tres estudiantes ortodoxos en Cisjordania, hecho que desencadenó la última ofensiva militar en Gaza.

Desde entonces la policía, jóvenes palestinos y colonos judíos se enfrentan casi a diario en todo el territorio, aunque con mayor regularidad en Jerusalén este.

Las decisiones de Israel de restringir el acceso al complejo de las mezquitas, así como los repetidos anuncios israelíes de expandir las colonias en los territorios ocupados, causaron la reacción de palestinos extremistas que en las últimas tres semanas atropellaron y mataron a cuatro personas en Jerusalén Este.

Además, el rabino ultranacionalista Yehuda Glick, recibió un disparo cuando salía de dar una charla instando a cambiar el status del complejo.

Tras el incidente, Israel cerró por vez primera en 40 años la Explanada de las Mezquitas al rezo musulmán, lo que llevó a Jordania
a llamar a consultas a su embajador en Tel Aviv.