Debido a los numerosos casos de abusos sexuales a niños por parte de los sacerdotes, el Vaticano decidió endurecer las normas de 2001 contra la pedofilia.

Estas reglas, elaboradas por la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), presidida por el cardenal norteamericano William Levada y refrendadas por el Papa Benedicto XVI, actualizan un motu propio de Juan Pablo II de abril de 2001 completado por el actual pontífice.

Según la prensa italiana, decretará que abusar sexualmente de un minusválido es tan grave como la pedofilia, y también se prolongará el tiempo de la prescripción de estos delitos.