El ejército argelino lanzó  un ataque para liberar a decenas de rehenes extranjeros y argelinos retenidos en una planta de gas por un grupo de radicales islámicos. El resultado fue un baño de sangre en el que murieron 35 secuestrados y 15 rebeldes. Unas 26 personas fueron liberadas, según la emisora francesa France Info.

El operativo, que aún está en curso, comenzó cuando helicópteros del ejército argelino bombardearon la instalación, causando la muerte de 50 personas.

Previamente, unos 30 rehenes, la mitad de ellos extranjeros, de la planta de gas en poder de Al Qaeda en el Magreb Islámico, habían conseguido escapar.

Los soldados argelinos habían estado rodeando el complejo, tomado por los rebeldes el miércoles, en un ataque que dejó dos muertos y que tuvo por objetivo vengar las actividades militares francesas contra las fuerzas de militantes islámicos en el norte de Mali. Los atacantes tomaron como rehenes a 41 extranjeros y a 150 argelinos y amenazaron con matarlos si Francia no abandonaba Mali.