El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, uno de los principales opositores a la mandataria Dilma Rousseff, admitió tener dinero en Suiza, que según la Procuraduría puede ser producto de la corrupción en la estatal Petrobras. El político, uno de los principales impulsores del juicio político contra Rousseff, reconoció en conversaciones informales que depositó dinero en cuentas suizas hasta hace un mes secretas.

Así lo dijeron "varios diputados" que hablaron con Cunha en los últimos días, informó hoy el sitio del diario Folha de San Pablo.
La confesión de Cunha refuerza la acusación de los fiscales brasileños y suizos, que investigan al jefe de la Cámara baja en el marco del proceso sobre el escándalo denominado Petrolao.

El martes pasado el Consejo de Etica de Diputados abrió un proceso contra Cunha pues éste declaró en el Congreso, bajo juramento, no poseer dinero depositado en el exterior, con lo cual habría violado el decoro parlamentario. Algunos analistas consideran que la situación de Cunha es complicada y esto, consecuentemente, debilitaría el plan para sustanciar el impeachment contra Dilma.

En cambio, otros observadores estiman que al verse políticamente acorralado, Cunha, un hombre con influencias en el Congreso, podría reforzar su ofensiva contra Rousseff y dar curso al juicio político que tanto persigue.