Presidente de Francia entre 2007 y 2012, Sarkozy fue procesado ayer por "corrupción", "tráfico de influencias" y "violación del secreto de sumario" debido a sospechas de que contaba con una "red de informantes" en la Justicia y la policía, que le revelaban detalles de la media docena de investigaciones que lo conciernen.

Luego de una entrevista televisiva en la que Sarkozy rechazó, anoche, las acusaciones en su contra, políticos cercanos al ex mandatario desfilaron por programas de radio y TV para criticar con dureza a la Justicia y al gobierno socialista del presidente Francois Hollande, denunciando una connivencia entre ambos.

"Es inaceptable ser juzgados por sus enemigos. Es curioso que cada vez que Sarkozy habla de regresar a la política, la Justicia avance en sus casos", dijo Nathalie Kociusko-Morizet, ex ministra de Ecología y ex vocera de Sarkozy, a la radio France Inter.

"Todos los que intentan desalentar a Sarkozy están haciendo mal los cálculos", advirtió, al tiempo que puso en duda "la capacidad e independencia" de los jueces de intrucción que procesaron al ex presidente, asestando un duro golpe a sus intenciones de volver a la política tras su derrota electoral con Hollande, en 2012.

Por su parte, la ex ministra Nadine Morano sostuvo en el canal público France 2 que "Francia se encuentra manipulada por un poder socialista sin vergüenza".

Hollande tuvo ayer un breve cruce con periodistas que le preguntaron sobre la decisión contra Sarkozy, y el mandatario se limitó a invocar la "independencia de la Justicia" y el "derecho de presunción de inocencia" de su antecesor.

El jefe de la banca socialista en Diputados, Claude Bartolone, consideró hoy que "las declaraciones de Sarkozy fueron un sucio golpe contra la Justicia. Cuando uno es un ex presidente no puede permitirse maltratar a la República y a una de sus instituciones".

Desde la Justicia, la presidenta del Tribunal de gran instancia de París (TGI), Chantal Arens, recordó hoy en un comunicado que "la independencia jurisdiccional de los jueces es uno de los principios de nuestra democracia".

La corrupción, el tráfico de influencia y la violación del secreto de sumario son delitos que en Francia contemplan penas de hasta 10 años de prisión, 150.000 euros de multa y, en ciertos casos, la inhabilitación para ejercer cargos públicos.

Junto a Sarkozy, y por estos mismo delitos, fueron procesados su abogado, Thierry Herzog, y dos magistrados de la Corte de Casación acusados de haber advertido a Sarkozy de que la Justicia había intervenido su teléfono móvil en el marco de una de sus causas.

Entretanto, en medio del revuelo en Francia por la situación judicial de Sarkozy, los medios de comunicación pusieron hoy los argumentos del ex presidente bajo la lupa.

El diario Le Monde estimó que la estrategia de Sarkozy es "atacar al mensajero para buscar olvidar la mentira" y criticó sus declaraciones poniendo en duda la imparcialidad de los jueces.

La decisión judicial contra el político conservador, que a menudo pero no siempre deriva en un juicio, podría acelerar los tiempos de su intención de regresar a la política.

Consultado en la entrevista televisiva con la que rompió un silencio de más de dos años sobre si será candidato a liderar a la oposición de centroderecha, el ex jefe de Estado, de 59 años, dijo que lo decidirá en septiembre próximo, antes de las internas partidarias, que podrían realizarse a fines de octubre.

"Nicolas Sarkozy dio anoche un paso más hacia su regreso a la política con un violento contraataque contra la Justicia", afirmó hoy el diario izquierdista Libération, que subrayó una frase de Sarkozy en su aparición en el canal privado TF1.

"¿Es normal que continúen las escuchas telefónicas de un ex presidente que mañana podría tener nuevas responsabilidad políticas?", se preguntó Sarkozy.

Libération sostuvo hoy que "la determinación de regresar parece ser total, como Silvio Berlusconi", el ex primer ministro italiano  acosado por la Justicia pero varias veces electo.

En una pequeña victoria para el ex mandatario tras su procesamiento, un tribunal de apelaciones ratificó hoy un fallo de primera instancia que obliga al portal Atlántico a retitar el contenido de una grabación de un extracto, poco comprometedor, de conversaciones privadas de Sarkozy y su entorno.

Además de esta investigación sobre el posible tráfico de influencias, la Justicia francesa mantiene abierta otras cinco pesquisas donde figura el nombre de Sarkozy, entre ellas una por presunto financiamiento de su campaña electoral de 2007 con dinero donado por el ex líder libio Muammar Kaddafi.

Sarkozy ya había sido procesado el año pasado acusado de abusar de la senilidad de la millonaria Liliane Bettencourt, dueña de L`Oréal, para obtener de ella dinero para su campaña, pero pocas semanas después la causa no prosperó y el político fue absuelto.