Los vecinos de Varginha, en el complejo de favelas Manguinhos, se preparan para recibir este jueves al papa Francisco y acondicionan las viviendas modestas de ese asentamiento del norte de Río de Janeiro, donde se espera con expectativa que el pontífice ingrese en alguna de ellas. Pese al entusiasmo, los vecinos se consideran "olvidados" y esperan que el Papa los haga "visibles" ante las autoridades.

El Papa llegará a las 11 a la parroquia de San Jerónimo Emiliano, con capacidad para unos 150 fieles, que fue visitada por la beata Teresa de Calcuta en 1972 y es la más pequeña de las tres que hay en el complejo de favelas.

"Su visita es una obra de Dios, es una oportunidad para que mostremos cuán viva está la Iglesia", dijo el sacerdote Marcio Queiroz, responsable de la capilla.

Allí, el Papa bendecirá el nuevo altar y conversará con referentes de la comunidad y vecinos, para luego caminar por la calle interna hasta una cancha de fútbol en donde habrá un palco para que dirija unas palabras a los pobladores. No habrá rejas o defensas en especial, dijeron los organizadores de esa actividad, y si el Papa lo decide, como se cree, ingresará en alguna de esas viviendas precarias.

La pequeña favela, también conocida como la "Franja de Gaza carioca", es la menos peligrosa de la zona, cuyo control retomó la policía brasileña después de expulsar a narcotraficantes en el marco de un plan de "pacificación", de cara al Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.

Más tarde, a las 12:30, el Papa mantendrá un encuentro con los peregrinos argentinos que viajaron a Brasil, en la Catedral de Río de Janeiro. Para participar del encuentro de argentinos con el Papa Francisco, los jóvenes deberán presentar su credencial de inscripción en la Jornada Mundial de la Juventud acompañada por el Documento Nacional de Identidad.

Según se informó desde la Conferencia Episcopal Argentina, la actividad fijada para las 12.30 de este jueves en el templo del centro de la ciudad carioca tiene lugares limitados.

El pasado lunes, horas después de la llegada del Santo Padre a Brasil, la catedral de Río fue escenario de la "Misa Argentina", tradicional celebración que se repite en cada Jornada Mundial de la Juventud. En esa ocasión, el templo se vio prácticamente colmado por peregrinos argentinos, y teniendo en cuenta que aún siguen llegando jóvenes, se espera que mañana el lugar esté totalmente completo para el encuentro con la máxima autoridad de la iglesia católica.

Para concluir la jornada, a las 18, se realizará la gran fiesta de bienvenida de los jóvenes que participan de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en el paseo marítimo de Copacabana. Allí el papa Francisco pronunciará un discurso.