El Papa Francisco aceptó hoy las dimisiones de dos arzobipos eslovenos, el de Liubliana, Anton Stres ( o sea la mayor autoridad eclesiástica católica del país) y el de Maribor, Marjan Turnsek, supuestamente en relación con la quiebra financiera de cerca 800 millones de euros de la diócesis de Maribor en 2011.

La oficina de prensa del Vaticano sólo informa que Francisco aceptó la dimisión de ambos arzobispos "en conformidad con el artículo 401/2 del Código de Derecho Canónico", por el que "se ruega encarecidamente" a los obispos diocesanos que presenten su renuncia "por causas graves".

Las dimisiones parecen estar vinculadas con la quiebra financiera que se descubrió en 2007, cuando se supo que la diócesis de Maribor había acumulado hasta 800 millones de euros en deudas por inversiones económicas muy arriesgadas.

En febrero de 2011, Benedicto XVI había ya cesado al arzobispo de Maribor, Franc Kramberger, considerado el mayor culpable del gigantesco agujero, y lo había sustituido por el actual, Marjan Turnsek, que era entonces obispo coadjutor de Maribor.

También se descubrió que el entonces arzobispo de Liubiana, Alojz Uran, que dimitió en 2009 por motivos de salud, fue corresponsable de la bancarrota de la diócesis de Maribor. En enero de 2010 Anton Stres fue nombrado arzobispo de Liubiana.

En su momento, el semanal italiano l'Espresso habló de que se trataba del peor desastre financieros de la historia de la Iglesia, de un "agujero monstruoso, equivalente al dos por ciento de todo el Producto Interior Bruto esloveno y tres veces superior a las entradas registradas en el último balance del Vaticano.