El huracán Alex, el primero de la temporada en el océano Atlántico, llegó este jueves al noreste de México con fuertes vientos y lluvias que anegaron extensas áreas en los estados de Tamaulipas y Nuevo León, donde 17.500 personas fueron evacuadas.

Autoridades de protección civil de cinco de los estados mexicanos del noreste del país no habían reportado víctimas ni heridos. No obstante, la Marina mexicana mantenía unos 2.000 efectivos acuartelados en Tamaulipas, con costa en el Golfo de México, la zona con mayor afectaciones.

El ciclón ganó fuerza durante la jornada y poco antes de tocar tierra alcanzó la segunda categoría de huracán en la escala Saffir-Simpson, que califica de uno a cinco a los huracanes según la intensidad de sus vientos.

Pocas horas despues de tocar tierra ya había perdido intensidad y quedaba relegado a tormenta tropical, con vientos de 110 km por hora, esperándose que se disipe durante el jueves.

Aunque el centro del huracán mantuvo un rumbo lejano del derrame de crudo, que desde abril afecta el Golfo de México, sus fuertes vientos exteriores obligaron a interrumpir las tareas de limpieza del peor desastre ecológico en la historia de Estados Unidos.

El Servicio Meteorológico Nacional de México advirtió en un comunicado que el ciclón seguirá provocando hasta el viernes "lluvia intensa a torrencial, viento fuerte y oleaje elevado" en una amplia zona del noreste mexicano, que incluye cinco estados.

Las autoridades de Protección Civil de Nuevo León prevén que las lluvias provocadas por Alex afectarán con mayor fuerza en la madrugada del jueves, y que continurán hasta el viernes.

Alex provocará fuertes crecidas del mar y gran oleaje contra las costas, además de inundaciones repentinas que amenazan la vida de personas, dijo en Miami el meteorólogo Lixion Avila, del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.

Desde 1995 no se formaba un huracán en el mes de junio, usualmente más suave, ya que la mayor actividad ciclónica se desarrolla entre agosto y octubre.