Mientras la justicia y sus camaradas los investigan por haber gestionado en 2013 un millonario crédito bancario en el llamado "Nueragate",Sebastián Dávalos, hijo de Michelle Bachelet, y su esposa, Natalia Compagnon, renunciaron al Partido Socialista (PS), donde tuvieron 15 años de no muy activa militancia.

El caso Caval o "Nueragate" significó primero que Dávalos tuviera que dejara la jefatura del área sociocultural del gobierno en medio de sus vacaciones y a 11 meses de haberla asumido. El gesto no había logrado acallar las críticas que recibió por haber ayudado a conseguir un crédito del Banco de Chile de 10 millones de dólares que fue utilizado para comprar tres terrenos que después subieron su valor.

Caval Inversiones, empresa de la cual Compagnon es dueña del 50%, obtuvo casi cuatro millones de dólares como ganancia tras vender las tierras. A ambos los investiga ahora la fiscalía de la región de O'Higgins, al sur de Santiago, por posible tráfico de influencias y uso de información privilegiada, mientras que en el PS el tribunal supremo indaga si faltaron a la ética.

En la sede partidaria, el presidente del socialismo chileno, Osvaldo Andrade, leyó ayer la carta de tres párrafos con la renuncia de Compagnon, muy similar en su tono a la que hizo llegar Dávalos. "Ante la inquietud que existe entre algunos militantes del Partido Socialista de Chile por los cuestionamientos de los que he sido objeto en las últimas semanas, vengo a presentar mi renuncia voluntaria al Partido Socialista de Chile", dice el documento.

"El Partido Socialista ha sido en el pasado, y seguirá siendo en el futuro, un instrumento fundamental para el desarrollo político chileno. Enfrentaré este difícil momento con tranquilidad. Con esta acción espero que nadie pueda aprovechar las circunstancias para enlodar una historia digna de lucha por Chile y su gente", escribió Compagnon al cierre de su carta, firmada el 25 de febrero.
Las primeras reacciones corrieron por cuenta del propio Andrade y del senador Fulvio Rossi. Ambos calificaron la renuncia como un gesto. "Lo valoro, porque básicamente se está buscando no afectar al partido y a su historia. Lo veo como un acto de generosidad", dijo Rossi.

El diputado oficialista René Saffirio, de la Democracia Cristiana, fue claro y duro al hablar de la renuncia doble. Cree que el PS no debería aceptar la renuncia y seguir adelante con la investigación. "Sería malo para el sistema que se crea que uno puede militar, hacerse millonario, utilizar las influencias que da el poder y luego renunciar. En este caso, ellos [Natalia y Sebastián] aseguraron el resto de sus vidas. Como ahora son millonarios, ya no necesitan al Partido Socialista. Eso para mí es detestable", protestó.

"Es superfácil renunciar con tres mil millones [de pesos chilenos] en el bolsillo", criticó también el diputado opositor Gustavo Hasbún (UDI). Renovación Nacional, otro de los partidos del bloque opositor, llamó a Bachelet a ofrecer disculpas al país.

El tribunal supremo del socialismo recibió a comienzos de esta semana la solicitud de Gonzalo Martner, uno de sus líderes, para que se investigara al hijo y a la nuera de la presidenta y se definieran eventuales sanciones, de comprobarse faltas a los estatutos. Ayer, al ser consultado sobre la renuncia del matrimonio, Martner prefirió callar. "Sin comentarios", reiteró a La Tercera online.

El caso Caval significó que Bachelet obtuviera el mes pasado su peor índice de aprobación desde que regresó al poder y que retrasara los ajustes ministeriales que estaba preparando y que podrían concretarse en los próximos días. Sobre el efecto que el caso ha provocado en la imagen del gobierno, ayer Saffirio comentó que probablemente ellos no dimensionen el daño causado.
La presidenta tuvo que instruir además a sus ministros políticos a que preparen proyectos de ley y otras iniciativas para normar la relación entre política y dinero.