En medio de una convulsión política y social, el ex presidente egipcio Hosni Mubarak salió hoy de prisión y fue trasladado en helicóptero por deseo propio a un hospital militar del barrio Maadi, en El Cairo, donde será puesto bajo arresto domiciliario, informó el ministerio del Interior egipcio.

Un helicóptero partió desde la prisión de Tora en el sur de El Cairo y arribó minutos más tarde a un hospital militar del suburbio cercano de Maadi, donde quedará arrestado el ex dictador, derrocado a comienzos de 2011 al inicio de la "primavera árabe".

Decenas de seguidores de Mubarak y de periodistas lo esperaron y ovacionaron afuera de la prisión.

El departamento de prisiones del Ministerio del Interior había recibido la notificación de la fiscalía que informaba que el ex presidente no era requerido en ninguna otra causa, por lo que saldrá de forma inminente en libertad provisional. Un tribunal del norte de El Cairo consideró ayer que Mubarak debe ser excarcelado, puesto que ha superado el plazo máximo para seguir en prisión preventiva.

El primer ministro egipcio, Hazem al Beblaui, en su calidad de vicegobernador militar, emitió anoche un decreto para poner a Mubarak bajo arresto domiciliario "en el marco del estado de emergencia" que rige en el país a raíz de la última ola de violencia.

La excarcelación de Mubarak se produce al haber expirado su prisión preventiva en la causa abierta contra él por haber supuestamente recibido regalos valorados en millones de libras egipcias de parte del conglomerado de instituciones periodísticas estatales Al Ahram.


Mubarak también sigue encausado por la muerte de manifestantes en la revolución de 2011 que lo derrocó, por el desvío de fondos públicos para construir y rehabilitar sus mansiones particulares, y por enriquecimiento ilícito y daño premeditado a los fondos públicos vinculados con la venta de gas a Israel.

Por estas causas, se mantiene la prohibición a Mubarak de viajar fuera de Egipto y se conservan sus cuentas congeladas, han anunciado fuentes judiciales.

Mubarak, de 85 años, fue arrestado el 12 de abril de 2011, dos meses después de un levantamiento popular que lo derrocó. Fue condenado a cadena perpetua el año pasado por complicidad en el asesinato de los manifestantes durante el levantamiento, pero el pasado enero un tribunal ordenó repetir el juicio. Sin embargo, la prisión preventiva máxima por ese proceso ya está agotada.

El 3 de julio pasado, las fuerzas armadas que encabezó desde 1981 hasta 2011 derrocaron al islamista Morsi, el primer presidente elegido democráticamente en 60 años. Desde entonces, Egipto vive el peor conflicto interno de su historia moderna, con unos 900 muertos.

Agencias DPA, AFP y EFE