La Asamblea Constituyente egipcia aprobó el borrador final de la nueva Carta Magna, que tendrá a la sharia o ley islámica como principal fuente de legislación y que ahora deberá ser presentada al presidente, Mohamed Mursi, para que convoque un referendo.

La aprobación de este viernes se produce tres días antes de que venza el plazo para que el Tribunal Constitucional decida si la Asamblea es legal o debe ser disuelta.

Tras una sesión maratónica iniciada al mediodía del jueves, la Asamblea, dominada por los islamistas, culminó a primera hora de la mañana del viernes la votación de cada uno de los artículos de la Constitución, según informó la agencia de noticias estatal Mena.

La consulta se celebró con un quórum de 85 integrantes de los cien que componen el órgano, después de que el presidente de la asamblea, Hosam al Gariani, convocara ayer a once miembros de reserva para sustituir a parte de los 26 que lo boicotearon con la excusa de que está dominado por los islamistas.

Tras la aprobación, Al Gariani anunció que presentará sábado el proyecto de Constitución al presidente Mursi como primer paso para convocar un referendo.

Al Gariani adelantó que irá acompañado por los miembros de la Asamblea que participaron en la votación y que a partir de ahora se abre una etapa para "concientizar al pueblo sobre sus derechos constitucionales y jurídicos". Asimismo, pidió a los integrantes de su organismo que le deleguen la redacción del preámbulo de la Constitución, en el que intentará aunar todas las propuestas que recibió.

La validez de la composición de la Asamblea está siendo examinada por el Tribunal Constitucional, que el próximo domingo tiene que pronunciarse, aunque según el decreto emitido por Mursi hace una semana, es indisoluble. Dicho decreto blinda los poderes del presidente y la Cámara alta del Parlamento y la Asamblea Constituyente.

Mientras tanto, en la histórica plaza cairota Tahrir continúa la acampada de los opositores que protagonizaron otro "viernes de ira" contra la suma del poder público que se otorgó Mursi y contra el borrador constitucional, que borra una larga tradición institucional laicizante en el país norafricano desde la época de Nasser.

Por su parte, los Hermanos Musulmanes, partido al que pertenecía Mursi hasta su jura como presidente, así como sus otros aliados islamistas, cambiaron el lugar para una manifestación hoy en Tahrir hacia la Universidad de El Cairo, al otro lado del Nilo, para evitar posibles enfrentamientos.