La coalición de gobierno liberal-conservadora que encabeza el primer ministro británico, David Cameron, sufrió una importante derrota en las elecciones municipales realizadas ayer en Inglaterra, Escocia y Gales, en beneficio del opositor Partido Laborista, según los datos provisionales conocidos hoy.

A nivel nacional, los laboristas obtendrían el 39% de los votos, que marcaría un ascenso de tres puntos, contra el 31% de los conservadores, un descenso de cuatro unidades porcentuales, según estimaciones de la cadena británica BBC.

Respecto a las alcaldías, los laboristas consiguieron más de 20 de las 181 en disputa, entre ellas las de Birmingham (segunda ciudad del país), Liverpool y Cardiff, tras el recuento de más de la mitad de los votos en Inglaterra y en el País de Gales.

Los resultados de Escocia y los de Londres, la alcaldía más preciada, se esperan conocer a última hora de la tarde británica. En Londres, el conservador Boris Johnson, actualmente en el cargo, aparecía como favorito frente a su predecesor laborista Ken Livingstone.

De confirmarse la victoria de Johnson, sería la única bocanada de aire puro para el ahogo electoral que experimenta Cameron, quien se encuentra en el punto más bajo de su aceptación popular y enfrenta, además, la entrada oficial del Reino Unido en recesión más escándalos como el de su ministro de Cultura, Jeremy Hunt, por sus estrechos vínculos con el grupo mediático de Rupert Murdoch.

Hubo una muy baja participación en los comicios -un 32 por ciento- lo que es interpretado como otro signo más del enojo por la política de ajuste del gobierno. En grandes ciudades como Nottingham, Manchester o Bradford los votantes rechazaron además la propuesta de Cameron de elegir en el futuro de forma directa a sus alcaldes. En Manchester y Nottingham la participación fue de solo el 24 por ciento.