Con el hallazgo de otros dos cuerpos esta madrugada, suman diecisiete las víctimas fatales por el derrumbe de tres edificios en el centro histórico de Rio do Janeiro.

Quedan cinco personas desaparecidas que, con toda probabilidad, permanecen bajo los escombros, según la lista elaborada por los familiares de las personas que se encontraban en los edificios al momento del accidente.

Por su parte, los expertos que participan de la operación de búsqueda dicen que ya no es capaz de identificar los cuerpos por el avanzado estado de descomposición. En el Instituto de Medicina Legal (IML), ocho fueron reconocidos por sus familiares y nueve están aún sin identificar.

El secretario de Defensa Civil de Río de Janeiro, Sergio Simoes, dijo que a partir de ahora la búsqueda se realizará sin el uso prominente de maquinaria pesada como retroexcavadoras y palas, y que se continuará en forma manual. El funcionario dijo que hay pocas posibilidades de encontrar a alguna persona con vida ya que pasaron más de 60 horas desde la tragedia.

"Lamentablemente, no creemos que haya supervivientes. Todos los cuerpos estaban muy heridos, lo que demuestra que hubo un impacto muy fuerte de la estructura. No hemos retirado ningún cuerpo que no presentara algún tipo de trauma", dijo.

La policía, que empezó a investigar ayer el accidente, considera hasta ahora como más probable la hipótesis de que el edificio más alto, de 20 pisos, se haya derrumbado a raíz de problemas en la estructura causados por obras de reforma realizadas por sus ocupantes en por lo menos dos de sus plantas.