Cuba está orgullosa de su música. "Del son y la salsa al jazz y de la canción y la rumba a las formas sinfónicas y de cámara se multiplican nuestros exponentes y no pocos de ellos cuentan con gran reconocimiento internacional. Esa es la verdad de la música y de los músicos cubanos", explica el presidente del Instituto Cubano de la Música que no ha dudado en tomar medidas en defensa por su propia producción musical eso sí, siempre que sus creaciones no tengan nada que ver con el reggaeton: "La necesidad de poner coto a expresiones vulgares y hacer cumplir por nuestra parte lo que aprobamos en la Primera Conferencia Nacional del Partido obedece a nuestra responsabilidad de revelar y promover jerarquizadamente en todos los espacios posibles los auténticos valores de nuestra producción musical".

Eso sí, Orlando Vistel insiste en que "las medidas administrativas y jurídicas no son efectivas por sí mismas si no van acompañadas por una labor de orientación, esclarecimiento y convencimiento acerca de los valores que el régimen castrista debe promover".

En realidad, el funcionario cubano explica en su entrevista en Granma que "no se trata exclusivamente del reggaeton sino también de expresiones vulgares, banales y mediocres se registran en otras prácticas musicales", eso sí, añade que, aunque no se debe particularizar en un género, "no es menos cierto que en el reggaeton esto es mucho más notorio".

En 2009, un músico cubano le dedicó un reggaeton a Fidel Castro. A pesar de tener poco apoyo oficial o espacio en las radios estatales, la canción se hizo muy popular en la isla. Parece que, a partir de ahora, todas las dedicatorias musicales al comandante tendrán que ser en otro estilo musical.


Fuente: www.cadenaser.com