En una decisión que molestó a la Casa Blanca, los líderes parlamentarios de la oposición republicana invitaron a Netanyahu a hablar ante el Congreso el 3 de marzo sobre las negociaciones internacionales en curso con Irán por su programa nuclear, a las que se oponen tanto el líder israelí como los republicanos.

En la crítica más fuerte vertida hasta ahora por Washington contra la invitación, la asesora de Seguridad Nacional estadounidense, Susan Rice, dijo que la aceptación de Netanyahu a dar ese discurso "inyectó un grado de partidismo" en una relación que debería estar por encima de la política.

"Es destructivo para el entramado de la relación. La relación entre Israel y Estados Unidos como país siempre ha sido bipartidista, y hemos tenido la suerte de que la política no se haya inyectado en esa relación", agregó Rice.

En un claro desafío a Obama y sin consultar con él, la Casa Blanca ni con el Departamento de Estado, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, propuso el mes pasado a Benjamin Netanyahu intervenir en una sesión plenaria en el Capitolio, y el líder israelí aceptó la invitación.

La Casa Blanca fustigó la invitación por considerar que contraviene al protocolo y dijo que Obama no se reunirá con Netanyahu durante su estancia en Washington porque sería "inapropiado" ante la cercanía de los comicios del 17 de marzo en Israel, en las que Netanyahu busca su reelección.

Los comentarios de Rice llegaron poco después de que Netanyahu rechazara una invitación para reunirse en privado con senadores demócratas durante su viaje a Washington, argumentando que tal encuentro podría "empeorar la percepción errónea de partidismo" que rodea la visita.

"Lamento que la invitación para hablar ante una sesión conjunta especial del Congreso haya sido percibida por algunos como algo político o partidario", escribió Netanyahu en una carta enviada a los senadores demócratas Dick Durbin y Dianne Feinstein, según informó la cadena CNN.

"Puedo asegurarles que mi única intención al aceptar fue dar voz a las graves preocupaciones de Israel sobre un potencial acuerdo con irán que podría amenazar la supervivencia de mi país", agregó el premier nacionalista de derecha.

Un asesor de Feinstein dijo que la senadora estaba indecisa sobre si asistir o no al discurso de Netanyahu. Varios legisladores demócratas ya adelantaron que no estarán presentes, y el senador Tim Kaine se convirtió hoy en el más reciente en agregarse a la lista.

Al anunciar su decisión, Kaine dijo que el discurso de Netanyahu era "altamente inapropiado" dada la proximidad de las elecciones en Israel.

"No hay razón para agendar este discurso antes de que los votantes israelíes vayan a las urnas el 17 de marzo y elijan a sus propios líderes", dijo Kaine en un comunicado.

"Estoy decepcionado de que, al día de hoy, el discurso no haya sido pospuesto", añadió.

Funcionarios estadounidenses creen que el objetivo central del viaje de Netanyahu es descarrilar el acuerdo nuclear con Irán, la meta más ambiciosa de Obama en política exterior.

El premier israelí siempre se mostró escéptico respecto a las negociaciones, pero su oposición creció recientemente ante lo que ve como una voluntad de Obama a hacer concesiones que dejarían a Irán al borde de ser capaz de desarrollar el arma nuclear.
Israel, que se estima tiene unas 200 bombas atómicas en violación de la ley internacional, dice que un Irán nuclear sería una "amenaza existencial".

Esta semana, Estados Unidos e Irán informaron sobre progresos en las negociaciones para tratar de llegar a un acuerdo con Irán para que congele sus actividades nucleares varios años para luego aliviar esas restricciones.

Estados Unidos y otras cinco grandes potencias -el Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania- llegaron a un acuerdo preliminar con Irán a fines de 2013 que congeló aspectos sensibles del programa nuclear iraní a cambio de un levantamiento de algunas de las sanciones impuestas a Teherán en 12 años de diferendo.

"Israel está más seguro hoy con el tiempo adicional que hemos dado y con el freno en los avances en el programa nuclear iraní que lo que estaba antes que lográramos aquel acuerdo al que, por cierto, el primer ministro se opuso", dijo hoy el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en referencia a Netanyahu.

"Estaba equivocado", agregó.

Tanto el vicepresidente Joe Biden como Kerry se encontrarán de viaje en el exterior durante la visita de Netanyahu al país.
El gobierno de Obama tampoco ha anunciado todavía a qué representantes enviará a la conferencia anual de AIPAC, el principal lobby judío de Estados Unidos.

El desencuentro por Irán agrava la ya difícil relación entre los gobiernos de Obama y Netanyahu, deteriorada por una fallida mediación estadounidense entre Israel y Palestina, que logró relanzar el proceso de paz entre las partes pero sólo para presenciar su colapso 10 meses después, en abril pasado.

Durante el curso de los esfuerzos de mediación norteamericanos, Washington criticó varias veces al gobierno de Netanyahu por persistir en las expansión de sus colonias en territorios reclamados por los palestinos para fundar su Estado.