La Policía brasileña inició una nueva fase de la investigación sobre corrupción en la estatal Petrobras y detuvo a los presidentes de las constructoras Andrade Gutiérrez y Odebrecht, dos de las más importantes empresas del país. Los operativos se desarrollan en los estados de San Pablo, Río de Janeiro, Minas Gerais y Río Grande do Sul, y tienen como objetivo la detención de 59 personas.
La Policía Federal confirmó que, entre las personas que ya han sido detenidas, figuran los empresarios Marcelo Odebrecht y Otávio Azevedo, quienes presiden las empresas Odebrecht y Andrade Gutiérrez, respectivamente.

Esas dos compañías figuran entre las más importantes constructoras de Brasil y mantienen operaciones en decenas de países, en los que actualmente desarrollan desde obras para trenes y subtes hasta represas hidroeléctricas. Ambas empresas, al igual que otras 25 firmas, son investigadas por su supuesta participación en una vasta red de corrupción enquistada en Petrobras, que durante la última década, según admitió la propia petrolera, se apropió ilegalmente de unos 2.000 millones de dólares.

Según la policía, las empresas obtenían contratos acordados con Petrobras, sobrefacturaban los valores y las diferencias eran repartidas entre directores de la estatal y partidos políticos que amparaban las corruptelas. Por este mismo caso, las autoridades también investigan a medio centenar de políticos, que en su mayoría pertenecen a la coalición que respalda al gobierno de Dilma Rousseff. Entre ellos figuran los presidentes de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y del Senado, Renán Calheiros.

Entre los detenidos está el ex tesorero del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) Joao Vaccari, quien está acusado de presionar a las empresas que obtenían contratos con Petrobras para desviar parte del dinero obtenido hacia las arcas de esa formación.