"No lo hice por un impulso, sino para mostrarle a Manaos, a Brasil y al munedo que el dinero no puede comprar todo. No lo hice por mí sino por todas nosotras, porque sabíamos que la familia de Carolina le había comprado el título", reveló la morocha.

Obviamente, la reina quedó en estado de shock sobre el escenario, pero la corona restituida sobre su cabeza le ayudó a pasar el mal rato. "Ya está, ya pasó. Lo importante es que me gané el derecho de representar a mi estado", convino Toledo.