Más de 50 heridos fueron el saldo de un enfrentamiento con la policía en el centro de China, del que participaron centenares de musulmanes que intentan evitar la demolición de una mezquita cuya construcción no fue autorizada por las autoridades.

Según el Centro de Información para los Derechos Humanos y la Democracia, basado en Hong Kong, los residentes de localidades cercanas a Hexi, en la región autónoma de Ningxia, de mayoría musulmana, se enfrentaron a unos 1.000 policías.

Producto del enfrentamiento, unos 50 manifestantes del grupo étnico Hui resultaron heridos y más de cien fueron detenidos, en tanto un testigo denunció al organismo de derechos humanos que dos manifestantes perdieron la vida.

Las autoridades de Beijing, que sólo toleran los lugares de culto autorizados por el gobierno, confirmaron el incidente a través de la policía, que negó que hubiera víctimas. El portavoz oficial subrayó, además, que la mezquita fue demolida.

Hasta ahora, los enfrentamientos entre las autoridades y la etnia Hui, de unos 10 millones de personas que hablan en su mayoría mandarín, son menos frecuentes que con los uigures del vecino Xinjiang, también musulmanes.