Miles de personas se manifestaron ayer en Estados Unidos, contra la brutalidad policial por las calles de Nueva York, Washington, Boston, Denver y Seattle en apoyo a las protestas en Baltimore, donde volvió la calma después de las movilizaciones y enfrentamientos con la policía por la muerte del joven afronorteamericano Freddie Gray, a raíz de una herida que sufrió cuando se encontraba bajo custodia policial.

La ciudad de Baltimore, Maryland, recuperó la normalidad y no registró ningún incidente destacable, tras dos noches de disturbios y protestas. A partir de las 22 (23, hora en Argentina), cuando comenzó el toque de queda, las calles de la mayor ciudad de Maryland se vaciaron y los miles de manifestantes que las habían ocupado pacíficamente horas antes con consignas contra la brutalidad policial y contra el calificativo de "delincuentes", que las autoridades utilizaron para referirse a quienes hirieron a varios agentes, en medio de los reclamos y causaron destrozos, se retiraron a sus casas.

Los manifestación, de composición multirracial, planteó consignas contra de la brutalidad policial y contra el calificativo de "delincuentes" que las autoridades utilizaron para referirse a quienes hirieron a varios agentes, en medio de los reclamos y causaron destrozos, el lunes a la noche. Mientras que en Nueva York al menos sesenta manifestantes fueron detenidos, por lo que los medios locales catalogaron como "disturbios dispersos", cuando centenares de personas se manifestaron en Union Square, en una protesta que se extendió por áreas cercanas, en medio de un fuerte despliegue policial y con el pedido previo del alcalde Bill de Blasio, para que todo se desarrollara pacíficamente.

También se registraron marchas similares en otras grandes ciudades de Estados Unidos como Washington, donde los manifestantes llegaron a los aledaños de la Casa Blanca; Boston, Massachusetts; Seattle, Washington y Denver, Colorado. Baltimore, en Maryland, se convirtió en el último epicentro de las protestas contra la brutalidad policial en Estados Unidos después de que Freddie Gray, un joven afronorteamericano de 25 años, murió a causa de la herida que sufrió en la columna mientras se encontraba bajo custodia policial.