La joven militante estudiantil Camila Vallejo se presentará como candidata a diputada en las próximas elecciones parlamentarias, en noviembre de 2013.
“La juventud, como parte de los movimientos sociales, tiene que dar la disputa por cambiar la correlación de fuerzas dentro del Parlamento y renovarlo a favor del país”, señaló la dirigente comunista, de sólo veinticuatro años.

Para tener posibilidades, sin embargo, el Partido Comunista deberá negociar con la centroizquierda mancomunada en la Concertación, debido al particular sistema electoral heredado de la dictadura de Pinochet.

Durante las protestas estudiantiles contra la “mercantilización de la educación” y por una educación “pública, gratuita y de calidad”, Vallejo aglutinó a centenares de miles de estudiantes universitarios y pingüinos, como se les llama a los alumnos del secundario.

Aunque no alcanzaron todos sus objetivos, los estudiantes lograron la promulgación de leyes que rebajaron los intereses de los préstamos bancarios a los jóvenes y un considerable aumento de becas. Además, fueron el factor determinante en la caída de la imagen del presidente liberal Sebastián Piñera.