Son cada vez más los ciudadanos estadounidenses con cuentas en el extranjero que renuncian a la ciudadanía norteamericana para dejar de pagar impuestos a la Casa Blanca.

Según datos del Servicio de Rentas Internas (IRS), en 2011, alrededor de1.780 estadounidenses renunciaron a su ciudadanía para no tener que dar a conocer al gobierno federal sus cuentas bancarias en el extranjero. Se trata de un aumento de 295 respecto a los 1.485 de 2010.

Del relevamiento surgió que las renuncias aumentaron desde que, en 2009, uno de los principales bancos del mundo, el suizo UBS AG, aceptó proporcionar al Departamento de Estado los nombres de clientes estadounidenses con cuentas bancarias secretas.

El abogado Alan Weisberg, especializado en impuestos en la firma Weisberg and Kainen en Miami, señaló que se registró un aumento en el interés de los clientes que desean explorar la opción de renunciar a la ciudadanía. Aclaró que "el número de clientes que pregunta sobre eso no constituye todavía un diluvio".