El Capitolio en pleno de los Estados Unidos volvió a oír hablar hoy de la responsabilidad de Irán en los ataques a la embajada de Israel en Buenos Aires y a la mutual judía AMIA .

"Irán voló la embajada de Israel en Buenos Aires y el centro comunitario" (AMIA), dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al cuestionar en el Capitolio el intento negociador de Barack Obama con Irán en busca de un acuerdo nuclear.

"El acuerdo que procuran es pésimo", dijo Netanyahu, ovacionado más de veinte veces por legisladores de ambos partidos. Es un momento de enorme presión sobre la Casa Blanca.

A los pocos minutos de haber iniciado su exposición, Netanyahu trajo el caso de los ataques terroristas en Buenos Aires, en momentos en que el Capitolio está sensibilizado por la muerte del fiscal Alberto Nisman en nuestro país. El funcionario investigaba el caso AMIA y había culpado a la presidenta de intentar "en cubrir" a los perpetradores.

La mención de Netanyahu vino después de que, en su discurso del domingo último, la presidenta llamara la atención sobre el caso de la embajada de Israel. "Me llama la atención que no reclamen por eso", dijo, en un pasaje lleno de suspicacia.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró esta tarde que Irán y sus líderes representan una amenaza no sólo para Israel y Oriente Medio, sino también para los países de todo el mundo e instó a tomar medidas sobre el programa nuclear de Teherán.

"El régimen de Irán presenta una grave amenaza, no sólo para Israel sino para la paz de todo el mundo. Todos debemos mantenernos unidos para detener la marcha de Irán hacia la conquista, la subyugación y el terror", expresó el líder israelí ante el Congreso de Estados Unidos.

Y agregó: "Se que ustedes están con Israel. Y aprecio lo que el presidente Barack Obama hace por Israel. Le estaré siempre agradecido por el apoyo que ha dado".

"Lamento profundamente que algunos perciban mi presencia aquí como política. Esa nunca fue mi intención", dijo Netanyahu al Congreso, y remarcó que Israel aprecia el apoyo de Obama.

Estados Unidos quiere que Irán deje de desarrollar sus capacidades nucleares al menos durante diez años, explicaron fuentes del gobierno de Washington.

"Si Irán está dispuesto a dejar su programa cómo está durante al menos diez años y a reducir realmente elementos que ya existen, Occidente estaría satisfecho", afirmó la noche del domingo la asesora en materia de seguridad de Obama, Susan Rice. De ser así, Irán no podría construir una bomba atómica.

Con estas declaraciones, Rice dio una pequeña pista sobre las actuales negociaciones nucleares con Irán, poco antes del discurso en el que Netanyahu mostrará su escepticismo sobre un posible acuerdo entre Teherán y las potencias occidentales. El primer ministro israelí teme que "un potencial acuerdo con Irán haga peligrar la existencia de Israel.

Más allá de las declaraciones de Rice, el gobierno estadounidense había advertido a Netanyahu en contra de hacer pública información confidencial sobre las negociaciones nucleares con Irán durante su intervención de hoy.

El New York Times indicaba hoy que ambos gobiernos no estaban tan distanciados sobre cómo afrontar la disputa nuclear iraní desde hacía años.

Irán manifestó como "inaceptable" la demanda de Obama de que congele las actividades nucleares por al menos 10 años, pero dijo que continuará las conversaciones destinadas a conseguir un acuerdo, reportó la agencia de noticias semioficial iraní Fars.
"Irán no aceptará exigencias ilógicas ni excesivas", dijo el ministro iraní de Relaciones Exteriores Javad Zarif, según fue citado por Fars. "La postura de Obama es expresada en frases inaceptables y amenazadoras", dijo, según el reporte, agregando que de todos modos continuarían las negociaciones en curso en Suiza.

Zarif y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, se vieron para un segundo día de encuentros después de que Obama dijera que Irán debía comprometerse a una suspensión verificable de al menos 10 años de las tareas nucleares sensibles para que se alcance un acuerdo por el tema atómico.

La meta de las negociaciones es convencer a Irán de que restrinja su programa nuclear a cambio de un alivio de las sanciones que han golpeado a la economía del país exportador de petróleo.

Estados Unidos y algunos de sus aliados, en particular Israel, sospechan que Irán usa su programa nuclear civil como fachada para desarrollar capacidad de armas nucleares. Teherán lo niega, diciendo que apunta a fines pacíficos como la generación de energía.

Kerry y Zarif se encontraron en Montreux, una ciudad suiza junto a un lago, mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se preparaba para criticar la diplomacia en un discurso ante el Congreso en Washington.

Pese al tono duro de las declaraciones de Zarif citadas por Fars, el funcionario iraní fue más conciliador cuando habló brevemente a los reporteros después de unas dos horas de discusiones con Kerry.