Tras una maratónica negociación de última hora, la canciller conservadora Angela Merkel y la oposición socialdemócrata (SPD) acordaron formar gobierno en Alemania en una "gran coalición" hasta 2017. La Unión Cristianodemócrata (CDU), su ala bávara de la Unión Socialcristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) cerraron el acuerdo tras más de un mes de reuniones y más de dos meses después de que Merkel lograra una victoria en las elecciones generales que, pese a lo rotunda, la dejó a cinco escaños de la mayoría absoluta.

"Lo logramos", dijo al término de las negociaciones Markus Soeder, alto dirigente de la CSU. "El acuerdo lleva claramente la firma de las uniones", señaló, por su parte, el secretario general de esa fuerza, Alexander Dobrindt. También en el SPD celebraron que las negociaciones llegasen a buen puerto. "Este acuerdo puede ser presentado a la votación de los afiliados del partido", consideró su secretaria general, Andre Nahles.

En la última legislatura, Merkel optó por gobernar con los liberales del FDP, formación que en los comicios del 22 de septiembre quedó fuera del Bundestag al no superar el 5 por ciento de los votos exigidos para entrar en la cámara. La última traba que deberá superar este acuerdo será la consulta a la militancia socialdemócrata, ya que el principal partido de la oposición se comprometió a someter a sus más de 470.000 afiliados un eventual pacto de coalición.

Si pasa esa prueba -el resultado de la consulta se espera para el 14 de diciembre-, Merkel podrá ser investida por el Bundestag (Parlamento alemán) el 17 del mismo mes con el voto de 504 de los 631 diputados de la cámara baja. Está previsto que en las próximas horas los líderes de los tres partidos presenten en público los detalles del acuerdo que pospone el reparto formal de los ministerios hasta conocer el resultado de la consulta socialdemócrata.