Miembros de fuerzas de seguridad se desplazaron inmediatamente a la zona, donde redujeron al atacante con un disparo en la pierna y lo sometieron a un interrogatorio "con el fin de evitar nuevos ataques en la zona", especificó el portavoz.

Rosenfeld aclaró que cuatro de los heridos se encuentran en un estado entre moderado y grave, mientras que cinco presentan heridas de menor consideración.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, responsabilizó del ataque al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.

"El ataque terrorista en Tel Aviv es resultado directo de la incitación venenosa diseminada por la Autoridad Palestina contra los judíos y su Estado. Este mismo terrorismo trata de atacarnos en París, Bruselas y en cualquier parte", denunció Netanyahu en un comunicado difundido por su oficina.

"Es Hamas -socio de Abu Mazen (Abbas) en el gobierno de unidad- quien se ha apresurado a elogiar el ataque", dijo Netanyahu sobre un comunicado emitido por el grupo islamista.

Hamas mostró su satisfacción por la "operación heroica" perpetrada en Tel Aviv a la que consideró una "reacción natural al terrorismo israelí", según declaró el vocero del grupo, Sami Abu Zuhri, en un comunicado.

Netanyahu aseguró que "se trata del mismo Hamas que ha anunciado que demandará a Israel ante el Tribunal Penal Internacional en la Haya. Abu Mazen es responsable tanto de incitación como del peligroso movimiento en el Tribunal Penal Internacional", opinó en alusión a la solicitud de adhesión de los palestinos a la corte de justicia el pasado 31 de diciembre.

El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, coincidió en acusar a Abbas, y aseguró que él, así como el líder de Hamas, Ismail Haniye o parlamentarios palestino-israelíes como Ahmed Tibi y Hanin Zoabi "son los que están detrás del ataque de Tel Aviv y de los disturbios en Rahat y Jerusalén".

Por su parte, el líder de la oposición y del partido laborista que encabeza en coalición las encuestas ante las próximas elecciones
generales, Isaac Herzog, lamentó que "no exista un sentimiento de seguridad para los ciudadanos israelíes, ni en Jerusalén, ni en Gaza ni en Tel Aviv" y consideró inaceptable una situación de inseguridad que impida el uso del transporte público.