Al menos seis muertos y decenas de heridos dejaron las fuertes tormentas que azotaron ayer el sureste de Estados Unidos, en el inicio del período navideño, fechas en las que está previsto que 100 millones de estadounidenses se desplacen, de los cuales 91 millones lo hacen por las rutas.

Las muertes ocurrieron por el temporal con tornados, lluvias intensas y granizadas que se desató en los estados sureños como Missisipí, Tennessee y Arkansas. El incidente más grave tuvo lugar la anoche, cuando un gran tornado que tocó tierra en Clarksdale en el norte de Missisipí, mató a tres personas, entre ellas un niño de siete años.

Las otras dos víctimas, además del niño, fueron una mujer y un hombre, ambos mayores de sesenta años, que perdieron la vida en el interior de sus casas cuando el tornado las destruyó, dijo el portavoz de la Policía de Missisipí, Ray Hall. Además, un hombre y una mujer murieron a causa del temporal en el condado de Perry, al suroeste de Nashville, estado de Tennessee, donde también otras dos permanecen desaparecidas y tres casas fueron destruidas.

Mientras que una sexta persona, una mujer de 18 años, falleció en Arkansas cuando un árbol fue arrancado por los fuertes vientos y cayó sobre el tejado de su casa. El peligro de tornado, por los fuertes vientos y lluvias, se extiende desde Luisiana, al sur, hasta Illinois, al centro.